jueves, 24 de noviembre de 2011

Nota de Opinión en La Nueva Provincia - 22/11/2011


OTRAS VOCES
Ideas para el transporte urbano


Hablar de movilidad sostenible es hablar de la preocupación por los problemas medioambientales y sociales ocasionados por la generalización de un modelo de transporte urbano basado en el coche particular. En nuestra ciudad, en los últimos años, ha crecido el parque automotor de una forma considerable. Aunque muchos pensemos que esto lleva a una mejor calidad de vida, no es así.

Las políticas para potenciar una movilidad sostenible deben contemplar varios objetivos:
* Configurar un modelo de transporte más eficiente, para mejorar la competitividad del sistema productivo.
* Mejorar la integración social de los ciudadanos, aportando una accesibilidad más universal.
* Incrementar la calidad de vida de la ciudadanos.
* No comprometer las condiciones de salud de los ciudadanos.
* Promover más seguridad en los desplazamientos.

Dentro de la ciudad, la prioridad debe ser la gestión y la paz del tráfico y no la construcción de túneles, atajos o aumentos de capacidad de movilidad automotor. La misma planificación llevará al crecimiento de los modos sostenibles no motorizados: en bicicleta y a pie.

En realidad, hablar de movilidad sostenible es referirse a multitud de acciones, tendencias y cambios a la vez. Aunque es cierto que los poderes públicos cada vez tienen más en cuenta la importancia de la sostenibilidad en el transporte y los desplazamientos de los ciudadanos, la verdad es que queda mucho camino por recorrer.

No estamos hablando de "circular más rápido por la ciudad", ya que eso no incentiva el no uso del automóvil particular. Estamos hablando de una combinación entre transporte público y transporte privado que tienda a una mejor calidad de movilidad para todos.

La movilidad sostenible englobaría un conjunto de procesos y acciones orientados para conseguir como objetivo final un uso racional de los medios de transporte, por parte tanto de los particulares como de los transportes públicos.

Este concepto comprende varios enfoques. De lo que se trata es de reducir el número de vehículos que circulan por las vías. Por otro lado, de esta manera, también se consigue que la contaminación producida por los automóviles disminuya. Además, también se reduce el ruido que producen. En las ciudades, estadísticamente, son los vehículos los mayores generadores de contaminación acústica. Con todo, se lograría un ahorro energético nada despreciable; hay que tener en cuenta que las reservas fósiles de las que se obtienen los combustibles son finitas.

Se sufre de un volumen desmedido y evitable de vehículos en las vías públicas. Por ello, los expertos señalan varios datos que reflejan hasta qué punto la movilidad sostenible debiera convertirse en una meta útil para todos. En primer lugar, alrededor de un tercio de los desplazamientos en coche que se realizan diariamente son de menos de 2 kilómetros, por lo que podrían hacerse a pie o a través de otro medio no contaminante.

Una movilidad vehicular mal resuelta trae como consecuencia que un sector de la comunidad quede excluido.

Sustentable es algo que se puede sustentar o defender con razones. En ecología, se utiliza como sinónimo de sostenible, que es aquello que puede mantenerse en el tiempo por sí mismo, sin ayuda exterior y sin que produzca la escasez de recursos no renovables.

El desarrollo sustentable, por lo tanto, permite satisfacer las necesidades actuales sin comprometer las posibilidades de las generaciones futuras. Esto quiere decir que las actividades económicas basadas en la explotación del petróleo, por citar un ejemplo, no son sustentables, ya que el petróleo es un bien no renovable que se agotará y que causa daños al medio ambiente.

Para lograr un plan de movilidad sustentable o sostenible se debe reordenar el tránsito, para que todos podamos trasladarnos de manera rápida, segura y ordenada en nuestra ciudad, contribuyendo, además, a una mejor calidad ambiental.

Un plan de movilidad sustentable integra programas articulados que deben ser desarrollados teniendo en cuenta las mejores experiencias a nivel mundial, el aporte de reconocidos profesionales de cada área de referencia y los principales pilares de gestión en materia de tránsito y transporte: prioridad transporte público, movilidad saludable y ordenamiento del tránsito y seguridad vial.

La base de un programa de movilidad sustentable debe ser:
* Prioridad al transporte público.
* Movilidad saludable.
* Ordenamiento del tránsito y seguridad vial.

Para gestionar un programa de movilidad sustentable, deberíamos hacer previamente pactos y acuerdos colectivos, estrategias, acciones, saber con qué recursos contamos, planificar su implementación y plantear tiempos de proyección, desarrollo y acción.

Podríamos definir planificación como un conjunto de sistemas para ejecutar las decisiones tomadas, realizar el plan elegido y para desarrollar y conseguir, sobre todo, los objetivos formulados.

Una política pública destinada al transporte, en definitiva, consiste en evaluar la situación-entorno y/o realidad de la que partimos de forma sistemática (variables socioambientales, recursos, tiempos, etc.), para escoger entre las diferentes posibilidades de acción y trazar el camino a seguir para concretar los objetivos.

Es indudable que el desplazamiento urbano es uno de los desafíos estratégicos que deben enfrentar y resolver las ciudades.

La arquitecta M. Constanza Rivas Godio es concejal del Pro. Fue expositora en la Unidad Temática de Desarrollo Urbano en Mercociudades, en Buenos Aires, Porto Alegre y Lima, sobre Movilidad urbana e inclusión social.

http://www.lanueva.com/edicion_impresa/nota/22/11/2011/bbm035.html



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